FRANCO DE VITA Y NATALIA JIMÉNEZ UNEN SUS VOCES EN UN CONCIERTO QUE TOCARÁN ESTE AÑO EL PAÍS
Franco de Vita y Natalia Jiménez protagonizaron un show memorable en el emblemático Radio City Music Hall, de Nueva York, en una apuesta producida por el empresario dominicano Félix Cabrera.
Con una sala llena, los asistentes fueron testigos de un concierto sin desperdicios que tuvo además como invitados a los cantantes La India, Leonel García (exSin Banderas) y Debi Nova.
Cabrera adelantó que este mismo recital llegará próximamente a escenarios de Santo Domingo y Santiago para que los dominicanos sean parte de este histórico encuentro musical.
Medios como el Universal de Caracas, reseñaron esta puesta en escena resaltando el desempeño de De Vita y Jiménez.
¿Hace falta decirlo o el silencio es mejor? De Vita lo hizo otra vez: “Vine y vencí”, afirmaría con propiedad si fuese arrogante.
Pero este hijo de La Candelaria es un ganador que sabe serlo; no todos los días un consagrado permite a otros colarse en su estela y aprovechar su audiencia, que el sábado abarrotó la sala de espectáculos más ansiada del mundo.
O quizás fue que soñó tanto con cantar en el Radio City Music Hall -¿y quién no?- que esa noche la planeó muy bien y usó todos los átomos del cuerpo y el alma, “en cada nota tocada”, solo o junto a los tres colegas que había anunciado como invitados, y a los que añadió, como sorpresa mayor, a Linda Viera, “La India” de contundente voz que ha estado alejada de la escena los últimos años.
En la apertura
La española abrió a las 8:30 de la noche, tuvo 45 minutos solo para ella, cantó hasta rancheras y luego regresaría para acompañar a De Vita, quien rompió aguas a las 9:35 con “¿Dónde está el amor?”, a ritmo de tambores.
La española abrió a las 8:30 de la noche, tuvo 45 minutos solo para ella, cantó hasta rancheras y luego regresaría para acompañar a De Vita, quien rompió aguas a las 9:35 con “¿Dónde está el amor?”, a ritmo de tambores.
Casi dos horas estaría el caraqueño en escena, cantando, bailando, bromeando con el paso y el peso del tiempo en su espalda -ya son 28 años de carrera y 58 de edad- y tocando además la guitarra y el piano, como cuando Jiménez volvió para “Tan solo tú”.
Por allí también se pasearon el mexicano Leonel García (“Entra en mi vida” y “Si la ves”) y la costarricense Debi Nova (“Si quieres decir adiós”), presencias que De Vita justificó como una oportunidad para que “los jóvenes” puedan mostrar sus talentos “en un momento tan difícil” como el que vive la industria musical, acosada por la piratería y la intrascendencia.
El anfitrión confesó haber preparado un repertorio “tratando de no defraudar a nadie”, y así hubiese sido de no haber incluido clásicos como “Louis”, “Somos tres”, “No basta”, “No hay cielo” y “Un buen perdedor, que diluyó, pero especialmente concentró al final. Mientras Jiménez declaró que sus nervios estaban a flor de piel.
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